Los huachicoleros fueron detenidos con 20 bolsas de plástico, cada una con aproximadamente 15 litros de gasolina que eran transportados en la cajuela. Elementos de la Gendarmería, de la Policía Federal y Secretaría de Marina, participaron en la captura de estas personas. El fuerte olor del combustible los condujo hasta donde estaban estos sujetos y dieron con la toma clandestina donde hallaron 45 bolsas más con hidrocarburo y una manguera de 500 metros que conectaba con el ducto saqueado.
Los implicados en el caso fueron presentados ante la Fiscalía General de la República junto con las bolsas de gasolina, la manguera y el auto ocupado para el transporte del combustible. No cabe duda que estos actos de huachicoleo cada vez son más creativos y atrevidos, todo con tal de robar gasolina de los ductos de Pemex. Habría que recordar que esta es una práctica altamente peligrosa. La tragedia de Tlahuelipan, Hidalgo, donde fallecieron más de 100 personas tras la explosión de una toma clandestina es un ejemplo claro de las consecuencias de robar combustible.