Los niveles de violencia en el estado han alcanzado niveles inhumanos. Hace unos días nos enteramos del artero asesinato de tres jóvenes, uno de 11 años, otro de 16 y uno más de 22. Estaban ensayando el bailable de unos XV años pues habían sido escogidos como chambelanes. Al parecer el comando que los acribilló iba por otro sujeto quien finalmente se resistió y fue dejado con balazos en las piernas y el abdomen. Pero los tres chambelanes murieron, dos menores de edad y un adulto; esto fue en Cosoleacaque, Veracruz.
A unos cuantos minutos de ahí, la tarde de este domingo, en Coatzacoalcos, un padre preparaba la fiesta de cumpleaños de sus hijos cuando varios sujetos armados acudieron a su domicilio y lo asesinaron enfrente de su familia. Se dice que el sujeto asesinado tenía algunos actos delictivos en su cuenta y que por ello se había ido a Cancún donde trabajaba de albañil. Pero tenía una semana de estar en Coatzacoalcos precisamente para el cumpleaños de su hijo.
Al parecer el sujeto, de nombre Fernando de Jesús, era consciente del peligro que corría por lo que ni siquiera salía de su casa, a pesar de tener una semana en el puerto. Pero lo cazaron y entraron a su domicilio a asesinarlo. Es lamentable lo que está sucediendo en la zona sur de Veracruz, donde al parecer, la guerra no ha terminado. No por nada Coatzacoalcos ha sido agregada como una de las ciudades más violentas de México, una ciudad que pronto quedará desolada por la emigración de sus habitantes que prefieren dejar su terruño a ser víctimas de algún criminal.
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