Lucía Trasviña Waldenrath fue muy criticada en Baja California Sur por su famosa “Lista de traidores”. En campaña de 2018, la entonces candidata inició una campaña de odio al formular una lista en la que anotó de manera arbitraria a todos los que ella consideraba traidores a la patria: «En BCS estamos armando la lista de traidores a la patria locales, vende patrias y saqueadores nacionales». Algunos de sus seguidores anotaban expresiones como la siguiente: «Sin contemplaciones se les va a poner en su pinche madre, no es una amenaza, es una promesa».
La escena que el día de ayer se dio en el Senado de la República es muestra de que la señora sigue en campaña: «Sátrapas, ratas, entrelucidos y lurios. Así se los digo y se los sostengo y no les tengo miedo cabrones». ¿Por qué les iba a tener miedo la señora? La verdad es que aparte de ese tipo de escenas que se van volviendo comunes en las senadoras de Morena, la señora Lucía Trasviña Waldernath es bastante improductiva.
Se reporta que en los primeros días de esta nueva cámara fue de las que más inasistencias tuvo y de las que no presenta iniciativas o de las que les aprueban algún punto de acuerdo para que se quede durmiendo el “sueño de los justos”. Ese es el carácter de la senadora, placero, pendenciero, haciéndose pasar por patriota, pero en realidad en el Senado nadie le hace caso.
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