El auto color verde azuloso era muy conocido en las redes sociales pues su propietario subía a su cuenta de Instagram las fotos de su vehículo. El Koenigsegg CCX es un automóvil superdeportivo desarrollado por el fabricante sueco Koenigsegg y que de principio fue fabricado para la realeza saudita. Pero en México las cosas marchan tan bien que siempre hay alguien al que le sobran 30 millones y pues se quiso dar ese pequeño lujo.
Lo que quedó del Koenigsegg CCX tendrá que ser llevado a un chatarral, pues el vehículo fue considerado pérdida total por la aseguradora. Del propietario se sabe poco, pero no creemos que tenga problemas para pagar el deducible y recupera su juguete en poco tiempo.