Y en ese arrastre, como red de pescador, pueden ir buenos candidatos a diputados, a alcaldes, a gobernadores, pero también, como sucedió en 2018, pueden colarse “sabandijas”. Tan claro lo tenemos en Veracruz que ya es del dominio popular que, sin López Obrador, Cuitláhuac García no hubiera sido gobernador de Veracruz. Sin López Obrador no tendríamos este tsunami de nepotismo, no tendríamos este gobierno ineficaz.
Aquí no hay riesgo de que López Obrador se reelija, aquí el riesgo es que la ineficiencia, el nepotismo, la inmovilidad se repita en varios distritos, municipios o estados. ¿Eso es lo que quiere López Obrador para México? ¿Qué se repliquen los veracruces en todos los estados de la República?