Cuando pensamos que ya lo hemos visto todo, y que la violencia en contra de los animales ya llegó a su punto máximo, se nos presentan nuevos casos que nos demuestran que la maldad de algunas personas no tiene límites. El caso más lamentable de que nos hemos enterado es el de un perrito de Tehuacán, Puebla, que perdió ambos ajos a causa de los severos golpes que recibió. No solo eso, además, luego de la valoración del veterinario, se ha determinado que el animalito sufrió lesiones en el cráneo que mermarán su calidad de vida.
Como era de suponerse, el caso ha causado tremenda indignación entre la sociedad y los grupos animalistas de aquella entidad, e incluso se ha ofrecido una recompensa para quien proporcione información para dar con el paradero del infeliz que lastimó de esa manera al perrito. En redes sociales se ha lanzado una campaña con el hashtag de #JusticiaParaMiky, y los internautas se han organizado para que el caso trascienda y se dé con el o los responsables, así como para reunir fondos para la atención del animalito.
Pese a los muchos esfuerzos que se han hecho, los especialistas han recomendado que la mejor opción es que se sacrifique a Miky, nombre que sus rescatistas le pusieron. Lo anterior, dicen, es parara que el animal ya no siga sufriendo, pues luego de la violencia de que fue víctima no hay esperanzas de que logre recuperarse. Como lo dijimos al principio, parece que la maldad de algunos simplemente no tiene un límite. Nos sumamos a la denuncia, y esperamos que pronto se dé con el paradero del miserable que cometió esta barbarie.
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