Se infiere, por las respuestas de Jesús Ramírez Cuevas, que en el Gobierno Federal ya se dieron cuenta de los desatinos de Cuitláhuac García como gobernador de Veracruz. Desatinos que han sido más que evidentes, pues el propio López Obrador fue testigo del abucheo que se ganó el gobernador veracruzano de su propio partido. También se dieron cuenta del fallido juicio político contra el fiscal Jorge Winckler, antes se enteraron del chinamecazo, de los reclamos de los diputados morenistas, del nepotismo, de que Veracruz es número uno en secuestros y feminicidios, de las promesas falsas de bajarse el sueldo.
Tal vez por estar enterado de todo esto, Jesús Ramírez Cuevas, Coordinador de Comunicación Social del Gobierno Federal, se abstuvo de verse triunfalista en la entrevista que le hiciera Oliva Radio. Cuando le preguntaron sobre cómo veía el gobierno de Cuitláhuac García en Veracruz, Ramírez Cuevas fue escueto y cuidadoso. No dijo que Cuitláhuac era un gran gobernador, un gran administrador, un hombre de palabra.
Simplemente dijo: «Hay que demostrar con hechos que se trabaja en beneficio de la gente, que se es eficaz y que se atiende los problemas de las entidades». ¿Por qué dijo eso? Porque en Veracruz los hechos muestran que no se ha trabajado en beneficio de la gente. El vocero de la Presidencia también dijo que un funcionario de Morena, como es el caso del Cuic, está más obligado a cumplir, porque a él y a todos los gobernadores se les va a medir con la misma vara.
Comentarios