Con base en lo anterior, podemos decir que, de aprobarse la reforma al código penal de la CDMX, solamente serán permitidos los rociadores en gas y líquidos que contengas sustancias químicas que causen solo efectos temporales en los agresores, y no dejen secuelas de por vida. De igual manera, con esta propuesta se buscará la aprobación del uso de inmovilizadores eléctricos “siempre y cuando no provoquen la pérdida del conocimiento ni pongan en riesgo la vida”.
La intención de aprobar dicho proyecto tiene como finalidad de legalizar e incorporar estas herramientas de protección al código penal, para que en el futuro las mujeres no sean acusadas de usarlos con alevosía y ventaja, y al mismo tiempo que se sientan libres de llevar consigo estos aerosoles o inmovilizadores que podrían servirles en caso de ver amenazada su seguridad. Claro que quisiéramos que la violencia en contra de las mujeres desapareciera, pero mientras eso sucede, es importante que ellas cuenten con opciones para defenderse.