Brenda Caballero / Una política todo-terreno, que lo mismo ya organiza a mujeres de Tequila, Chicontepec o de cualquier punto del estado para que comercialicen sus productos, que igual ha participado en la lucha porque las mujeres alcancen escaños al interior de su partido; o bien, se puede dar el lujo de preparar al lado de doña Marilú, su madre, un delicioso Zacahuil… aunque hoy, en este momento, todos sus ingredientes políticos, sociales y humanos están puestos en lograr la dirigencia estatal del PRI. Iraís Maritza Morales Juárez sabe de las condiciones por las que atraviesa el tricolor, pero confía en que en este proceso democrático que ya vive con la renovación de la dirigencia en puerta, quienes asuman el control sean ya las bases del partido y no los grupos cupulares, responsables de que la militancia se alejara de la esencia y causas del PRI.
Iraís Morales, ex delegada de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) y ex candidata a la alcaldía de Tantoyuca, y una de las cinco mujeres citadas en pos de la dirigencia del CDE del PRI (Guadalupe Porras, Silvia Domínguez, Zayda Lladó y Damara Gómez), considera que si hay alguien que le da sentido al partido, “somos las mujeres”, pero en su trajín, ha encontrado a las presidentes de seccionales que le han dicho “acá estamos las que sudamos, las que lloramos, las que nos duele lo que pasa, las que somos generadoras de que el partido siga vivo, pero hoy nos sentimos abandonadas, no tenemos un respaldo, no sabemos a dónde ir”. Sí, ellas se han topado con un nuevo gobierno que distingue colores, partidos y siglas, y por eso, “hoy, simplemente por ser la organizadora de esa colonia –le dicen– mi hijo se quedó sin beca o no tengo derecho a tener agua potable porque pertenezco al PRI”.
Reconoce Iraís una combinación terrible que en estos cien días de Gobierno, tanto en lo estatal como lo federal, no sólo viven los priístas, sino todos los mexicanos. En el caso del PRI, habla de grupos cupulares, responsables de la derrota del 2000 como la del 2018, que fallaron en su función como servidores públicos y que no sólo desencantaron al interior del partido, e hicieran que la militancia se alejara, sino que olvidaron las causas, las luchas sociales, a la gente… eso provocó hartazgo, tanto en algunos militantes como en la sociedad, que dio paso a un nuevo gobierno, que si bien, es parte de la alternancia, está costando, pues Iraís Morales se encuentra con personas, con mujeres, con líderes naturales que a la vez se topan con estas nuevas autoridades y se preguntan: “¿quién nos va a representar ahora para poder hacer una gestión ante el gobierno?” porque quienes están en el gobierno aún no aprenden; “hay una carencia en el servicio público… esa inexperiencia cuesta mucho y le está costando a la ciudadanía, a todos… esta gente está preocupada, porque hoy si van a tocar la puerta de una institución de gobierno, no dan solución, ni siquiera la esperanza”, comenta.
Y qué tiene Iraís Morales para poder dirigir al PRI, ¿cuáles son sus cualidades? “lo que yo ofrecería para llegar a la dirigencia es gratitud, trabajo, responsabilidad y muchas ganas de poder ser parte de la renovación del partido; no me alejo de la realidad, creo que tenemos que hacer una renovación interna, a raíz, de lo que es el partido”.
A todas luces, Iraís guarda cariño a la camiseta, a los colores, al partido… su cuna fue priísta y su familia lo sigue siendo a pesar de que muchos ven al tricolor en la lona… “creo que vale la pena luchar… quienes le tenemos gratitud, cariño y amor al partido, eso es muy importante, sí vale la pena”, pero deja un mensaje claro a quienes participan para ocupar un espacio desde las propias cúpulas, que han lacerado y han sido causantes de este gran descalabro para el partido y de este grave problema social que tenemos: es momento que se hagan de lado y que dejen a la base, a la militancia, a los seccionales, decidir, “para poder ser una oposición, tenemos que llevar las causas, no las cuestiones personales, reitero, debemos tener una gran transformación desde la renovación pero con sensibilidad y responsabilidad”.