Hay de caraduras a caraduras, y uno de los más descarados es Felipe Calderón, expresidente de México. Después de salirse del PAN ante el intento fallido de hacer a su esposa candidata presidencial, Calderón y su mujer decidieron hacer un nuevo partido, “México Libre”. Ellos mejor que nadie, saben lo que significa tener la marca de un partido político; significa vivir del presupuesto, como lo estuvo haciendo Fecal hasta que le quitaron su pensión millonaria.
Pues como Calderón no quiere gastar de lo suyo para fundar su partido (hacerlo le restaría botellas de whisky semanales), decidió pedir vía Twitter a los incautos que se afiliaran, que afiliaran a otros y que contribuyeran con un varo: «Regístrate en http://www.mexicolibre.org.mx . Después afíliate y ayúdanos: a) afiliando a más mexicanas y mexicanos; b) organizando la Asamblea de tu distrito con 300 ciudadanos; c) contribuyendo con tu donativo a los gastos de organización».
La respuesta a su solicitud fue inmediata: «NO», le dijeron los tuiteros, no le van a donar ni un peso. Antes bien, lo que quieren es librarse de él a quien consideran una verdadera lacra de la política. Sólo se entiende que Calderón haya hecho esta solicitud en estado etílico, porque en su juicio dudamos que se atreviera.
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