Todo buen gobernante debe tener bien armado un equipo de asesores profesionales en diferentes especialidades, que serán los encargados de resolver los problemas que se le vayan presentando al gobernante. Si bien es cierto que la responsabilidad principal recae sobre el titular principal, sea gobernador o presidente, su equipo de trabajo deberá cumplir fielmente con sus funciones y evitar los excesos, para no hacer quedar mal al jefe. En el caso de las secretarías de Educación, Salud, Seguridad y del Trabajo, a cien días del gobierno de Cuitláhuac García, sólo han destacado por sus excesos, falta de resultados y nepotismo.
Uno quisiera encontrar buenas noticias y resultados pero no lo hay, por ejemplo, en la oficina donde despacha el funcionario más cercano a Cuitláhuac García, nos referimos al flamante secretario de Educación Zenyazen Escobar, no hay día en que no se tomen las instalaciones por diferentes cuestiones, algunas justas y otras no tanto. Los maestros se quejan de maltrato y acaso laboral, existe un tortuguismo burocrático y desconocimiento de funciones.
Y es que, el cuestionado y polémico funcionario no da una en sus obligaciones. Es un hombre irascible, petulante, que piensa que los dioses del Olimpo le tienen reservada la silla que actualmente ocupa su camarada, su brother, quien no le ha negado nada hasta el momento, nada absolutamente. No por algo se rumora que por abajo del agua, Escobar García ya hizo amarres con los dueños de la franquicia de la sección 32 del SNTE.
No obstante, Escobar García tiene una fijación que no le permite disfrutar de su cargo, no tolera que le recuerden que salió del MMPV. No quiere saber nada de la CNTE y de su pasado bochornoso que le recuerda lo más oscuro de los antros del estado. No obstante, a cien días de gobierno, Zenyazen Escobar García salió más falso que un billete de dos pesos. Ahí están los resultados.
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