Los ejidatarios de Tatahuicapan le hacen mucho caso al secretario de Gobierno, el travieso Éric Cisneros, quien en algún momento declaró: «Cuando una ley es injusta, lo correcto es desobedecerla». Y como los ejidatarios piensan que es injusto el trato que el Gobierno estatal les da, pues no les quedó de otra que cerrar el suministro de agua para las ciudades de Coatzacoalcos y Minatitlán. Ya lo habían cerrado a principios de marzo, cierre que duró un solo día.
Algo les han de haber prometido que no les cumplieron y a manera de presión unos 80 ejidatarios, encabezados por el comisariado ejidal, Inocente Bautista Luis, volvieron a cerrar las válvulas de la presa. El Gobierno del estado, contrario a lo que se había dicho en un principio, que no se iban a reprimir las manifestaciones, ahora ya advirtió que este tipo de cierres no los va a tolerar, por lo que se espera que en cualquier momento acudan las autoridades a poner orden.
Corre la versión de que los ejidatarios se van a negar a abrir las válvulas, y que lo harán sólo si se presenta el gobernador del estado. Eso va a estar difícil, porque Cuitláhuac García no se va a arriesgar a otro “chinamecazo”.
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