Decía Guadalupe Argüelles Lozano: «Vamos a predicar con el ejemplo»; nepotismo, un ejemplo inmoral a seguir

Guadalupe Argüelles Lozano FOTO: WEB

Apenas tenía tres días como secretaria del Trabajo, Guadalupe Argüelles Lozano decía: «Vamos a predicar con el ejemplo». En ese entonces lo decía presumiendo que los altos funcionarios del gobierno de Cuitláhuac García se bajarían el sueldo. Argüelles Lozano decía que su sueldo sería de 41 mil pesos, y que lo que se ahorrara de esa disminución sería para mejorar las condiciones laborales de los trabajadores de la dependencia. Finalmente, ni los funcionarios de Cuitláhuac García ni el mismo Cuitláhuac García se bajaron el sueldo.

Excusó el diputado Pozos que todo se trató de un descuido. Un descuido que echó abajo una promesa hecha enfrente del propio López Obrador. Pero la secretaria del Trabajo, la que puso a su hija Quetzalli Cárdenas como jefa del Departamento Jurídico y de Amparos, a tres días de tomar posesión del cargo decía: «Vamos a predicar con el ejemplo». ¿Ese es el ejemplo que predican? ¿Colocar a la hija en un alto cargo de su dependencia?

Si los demás funcionarios siguieran el ejemplo de Guadalupe Argüelles Lozano, entonces el gobierno del estado sería un matriarcado, un patriarcado, una monarquía en donde los hijos de los funcionarios serían príncipes, los parientes cercanos duques o marqueses. Lo repetimos, lo que Guadalupe Argüelles Lozano hace es inmoral, es un acto de nepotismo puro que se debe corregir.

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