Muchas familias, cuando buscan una mascota, optan por un perro, un gato, aves y en algunos casos más extraños prefieren reptiles, insectos o algunos anfibios. Sin embargo, hay personas que deciden ponerse más extremos y prefieren adoptar a animales más grandes y peligrosos para muchos. En la Ciudad de México, una familia tenía como mascotas a tres leones africanos, mismos que llegaron a su vida cuando apenas eran unos cachorros. Además, junto con los leones había un perro, el cual convivía con los felinos como si nada, imagine usted, a veces dormían en la cama con los dueños.
Se ha informado que luego de varias denuncias anónimas, los dos leones y una leona fueron rescatados por la Fiscalía General de la República y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, y es que la ley prohíbe que estos animales vivan en las condiciones en las que vivían. Cabe destacar que los animales se encontraron en buen estado de salud, no presentaban maltrato físico y no se mostraron agresivos al momento de ser sacados de la casa en la que vivían. Frente a todo esto, ni el propietario, ni los hijos entienden el por qué se los quitaron.
Los animales vivían en la azotea de la casa, la cual fue adaptada por la familia con arboles y espacios para que durmieran. Al momento de ser interrogado, el dueño de los leones mostró la documentación que acredita que la compra fue legal, e incluso mostró el permiso de la Semarnat. En este sentido, la Profepa argumenta que las condiciones en las que se encontraban no eran las óptimas, por lo que hasta que no lo consideren un espacio apto para los animales, no los regresarán. Ya la familia planea acciones para recuperar a sus leones pue dicen, más que sus mascotas, son miembros de la familia.
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