Tal vez por ello la urgencia de Cuitláhuac y de Patrocinio por quitar a Winckler, a quien un juez federal ha dado luz verde para que insista ante las instancias federales que se incluya el delito de desaparición forzada en contra de Javier Duarte y así, la burla de los nueve años de prisión para ese delincuente, no sea más un agravio para los veracruzanos.
Esto explica también la insistencia y virulencia de algunos periodistas vinculados a Alberto Silva y a Javier Duarte por contarle los días a Jorge Winckler, no había semana en que juraran, como si de una invocación se tratara, que Winckler dejaría la Fiscalía. Pero no salió Jorge Winckler y Cuitláhuac, Patrocinio y compañía ya no podrán cumplir con el desistimiento. Ahora Duarte tendrá que responder por los delitos cometidos en Veracruz, aunque al gobernador actual eso no le parezca.