Y todavía el cínico de Javier Duarte dice que lo obligaron a aceptar esos nueve años. ¿Pues cuántos querías imbécil? ¿Querías sólo unas cuantas semanas de vacaciones en la cárcel? ¿Querías acaso una disculpa?
«Me obligaron a hacerlo -dice el perro-, ya lo puedo decir, me pusieron en la pistola en la cabeza, me obligaron a aceptar la sentencia. Fue la PGR. O aceptas el juicio abreviado o te ponemos delitos de delincuencia organizada, son los dichos que unas personas que no conozco, al famoso contador lo vine a conocer aquí adentro, así como muchos otros que declararon en contra mía, yo ni siquiera los conocí, otros los conozco, pero nada no tuve nada ver, nada de las acciones, no existe una cuenta, un bien (inmueble), una transferencia donde yo y alguien de mi familia hayan hecho algo». ¿Habrá quien le crea algo a este infame delincuente?