Sara se rasga las vestiduras y se echa ceniza en la testa como lo hiciera el justo Job y anota: «Durante la presente administración universitaria, la Universidad Veracruzana (UV) ha establecido una política de transparencia, rendición de cuentas y uso racional y eficiente de sus recursos inédita en nuestra casa de estudios». Ella sabe que lo del lavado de dinero no es cierto, pero también sabe que no hay transparencia en los recursos de la Universidad Veracruzana y su rendición de cuentas es sólo para consumo interno; si se quedan con el cambio, sólo ellos lo saben y guardan el secreto.
Pero como ya lo hemos dicho con anterioridad, la Universidad Veracruzana ha dejado de ser relevante, ya a pocos importa si la que gobierna en Rectoría es honrada a no; ya sólo quieren que, como lo ha estado haciendo Sara, guarde silencio y se coma su pan sola, sin que nadie le pida.