Arturo Reyes Isidoro / La Cuarta Transformación (4T) va de desencanto en desencanto en Veracruz.
Creó tanta expectativa y está quedando muy corto, demasiado, muy similar a como lo hizo Miguel Ángel Yunes Linares.
Entre tanto barullo mediático se perdió una noticia, más que importante, trascendente, por la grave implicación que tiene.
El propio Secretario de Salud, Roberto Ramos Alor, declaró que hay desabasto de medicamentos en todos los hospitales del Sector.
No se anduvo por las ramas y lo atribuyó a que no hay recursos económicos para su compra (nota de Sarah Landa, alcalorpolitico.com, 25/02/2019).
Tampoco titubeó al confesar que no tienen para cuándo podrán cumplir la meta de tener un abasto de 90 por ciento, y que solo cuentan con 40 por ciento.
No fue ningún opositor quien lo dijo, no fue Winckler quien reveló el dato. Fue el propio titular del ramo quien lo hizo saber.
Debe reconocérsele que haya expresado la verdad para que la población sepa a qué atenerse.
Que no hay dinero es algo sabido, en todo caso no en abundancia, pero a un enfermo y necesitado que se le diga eso ni siquiera lo consuela.
¿Pues no que López Obrador no iba a dejar solos a los veracruzanos?
En muchos casos se trata de casos de vida o muerte, literalmente, incluyendo a niños, adultos mayores y personas con alguna discapacidad.
No hay ni siquiera para abastecer de medicamentos en un 50 por ciento a los hospitales públicos de Veracruz. Grave, muy grave.
Ayer, pacientes del Centro Estatal de Cancerología (CECAN) y de la asociación civil Ayúdame Hermano Tengo Cáncer (AHTECA) protestaron en la Plaza Lerdo para exigirle al gobernador Cuitláhuac García que solucione el problema.
Este miércoles en el puerto de Veracruz pacientes encabezados por la periodista Marichuy Caretta Contreras protestarán en el Hospital de Alta Especialidad por el mismo motivo.
Ella, quien admirablemente y con mucha fortaleza enfrenta el padecimiento, dijo que desde inicios de enero no puede darle continuidad a su tratamiento por la falta de medicamentos.
Pero como ellos hay otros enfermos por otros tipos de padecimientos, que igual están a la buena de Dios.
El Secretario Ramos Alor ya dijo el qué, pero nadie más de la administración morenista ha dicho el cómo se va a resolver y menos para cuándo.
En un artículo que publicó el 19 de octubre de 2017 en el diario Milenio, el entonces Secretario de Salud José Narro Robles recordó que la salud es un derecho humano fundamental y que el derecho a la protección de la salud es una obligación esencial del Estado mexicano.
Dijo que cuando la salud se pierde no hay bien material que la compense; que sin salud casi nada es posible; que donde no existe prevalecen las carencias, la falta de oportunidades y que no se vive a plenitud.
Apuntó que la salud es un igualador social insustituible, un elemento de inclusión y estabilidad, una condición necesaria para los procesos de desarrollo económico y productivo.
Ante lo que sucede ahora es como para que la presidenta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Namiko Matsumoto, inicie un procedimiento contra la administración pública estatal y contra quien o quienes resulten responsables.
En su campaña, Morena ofreció el paraíso, o casi el paraíso, a los mexicanos, a los veracruzanos, y muchos, miles, que tienen necesidad de los centros hospitalarios públicos viven en cambio en un infierno, o casi en un infierno.
Son los pobres, quienes no pueden pagar hospitales privados, los que acuden a los hospitales del Sector Salud, y López Obrador dijo y repitió que primero los pobres.
En Veracruz no es así. Ahora muchos no solo sobreviven sino que se debaten entre la vida y la muerte, literalmente, por falta de medicamentos.
Nada debe ser más prioritario para el gobierno de Cuitláhuac García Jiménez que los enfermos.
El doctor Ramos Alor ya lanzó la voz de alerta, pero él no maneja los recursos públicos.
Roguemos a Dios porque nadie haya fallecido o fallezca en las próximas horas por falta de responsabilidad y de solidaridad con los suyos, de un gobierno cuya obligación es procurar la salud de sus representados.
Si hubieran casos fatales no se les podría perdonar y a alguien o a algunos se les tendría que responsabilizar.
El Sector Salud está tan enfermo, acaso grave, como sus enfermos y cómo se va a curar si ni siquiera se puede curar a sí mismo.
Mañana jueves se cumplirán ya tres meses de gobierno y el panorama no es nada alentador.
La violencia y la inseguridad amenazan la vida de los veracruzanos, la falta de medicamentos en los hospitales, también. Qué tristeza.
Ahora sí buscan a Karime para detenerla
La nota cerró la jornada de ayer: una demanda de amparo que presentó Karime Macías fue sobreseída por el juez federal Juan Mateo Brieba de Castro y será detenida provisionalmente con fines de extradición cuando el Reino Unido la ubique.
Se le busca en Inglaterra, Escocia, Gales o Irlanda del Norte, aunque se presume que vive en Londres.
La extradición la solicitó la PGR aunque una orden de aprehensión en su contra la libró un juez de control del fuero común a petición de la Fiscalía General del Estado (Winckler) por su probable intervención o participación en el delito de fraude específico, en agravio del patrimonio del gobierno de Veracruz.
Karime busca mantener vigente el amparado contra su detención, pero esa sería una señal de que, en efecto, teme ser aprehendida por lo que, como se dice en México, andaría ahora a salto de mata.
Presuntamente ella desvió 112 millones de pesos del DIF Estatal, una de cuyas consecuencias es el desabasto de medicamentos en los hospitales públicos, a lo que hago alusión en el primer tema.
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