El tufo de la corrupción es como el de las aguas negras, y al parecer a casi 100 días de gobierno morenista en Veracruz, este pútrido aroma comienza a salir de las oficinas donde despacha el flamante Tárzan Boy. Y es que la soberbia es mala consejera, y al parecer Zenyazen Escobar García se deja guiar por ella. No falta un día, desde que este aprendiz de funcionario llegó a tomar protesta como secretario de Educación, que padres de familia airados no tomen una escuela.
Y si añadimos que esta semana se hizo una denuncia pública de corrupción en la entrega de cafeterías que serán recogidas arbitrariamente antes de salir de vacaciones de Semana Santa, con la intención de entregarlas a los nuevos concesionarios, que se tuvieron que mochar con 100 mil pesos, y si alguien lo duda, por qué no le preguntan al jarocho, ¡perdón!, al coordinador de delegaciones regionales Adrián Mota Montoya, oscuro personaje que se escuda bajo la tutela, según él, del número uno y del número dos del estado.
Además, sigue la toma de escuelas, ahora le tocó a la Primaria Juan José Martínez, desde la Comunidad Los Ángeles en el municipio de Amatlan. Resulta que los padres de familia tomaron la escuela porque les quitaron un maestro que daba cuarto, quinto y sexto, y para variar la SEV aún no manda su reemplazo.
Pero la cereza del pastel la puso el propio Zenyazen Escobar, al declarar que cuando estaba como maestro en su telesecundaria, le robaron seis veces sus plumones Magistral, como si con eso aliviara la angustia de la mayoría de las escuelas que son saqueadas por la ola de inseguridad que se ha extendido por todo el estado.
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