Además de ser activista, Samir Flores era el dueño de la radio comunitaria, a través de la cual difundía entre los habitantes de la región la información sobre el acontecer en su estado y en el país. Justo hace unos días, el hoy difunto había manifestado su completo rechazo en contra de lo que se ha denominado Plan Integral Morelos. Aunque no hay elementos que los comprueben, los pobladores, muchos de ellos amigos y aliados de Samir, han responsabilizado del crimen a los tres niveles de gobierno.
Cabe mencionar que en la escena del crimen fue hallada una manta en la que se relaciona al activista con presuntos actos ilícitos, pero ya los pobladores han manifestado que ellos no creerán nada de lo que se diga, por lo que pidieron que no se criminalice a Samir, porque, además, están convencidos de que su asesinato tiene que ver con su activismo. Sin duda este delito está cargado de muchas incógnitas que deberán ser resueltas antes de que ´el sospechisismo´ lleve a la gente a creer cosas que no son.