La Cristiada, como también se le conoce a la guerra de los cristeros, logró un uso muy eficaz de símbolos religiosos profundamente arraigados en las prácticas colectivas en México como la Virgen de Guadalupe. La gente, cuando se siente ofendida en su fe, no piensa al 100 por ciento con la cabeza. La Ley Calles era considerada una gran a afrenta por la Iglesia; la grey católica vio al masón Plutarco Elías Calles como la misma encarnación del chamuco. Ese enfrentamiento ocasionó, según algunos historiadores, casi 250 mil muertes. Dicen por ahí que quien olvida su historia, está condenado a repetirla.
Es cierto que vivimos en un país muy diferente, la libertad y pluralidad de pensamiento debe prevalecer, sin embargo, Éric Patrocinio Cisneros Burgos hace comentarios desafortunados acerca de la Iglesia católica y de los sacerdotes y ahora está cosechando tempestades. Resulta que el señor Bola Ocho acusa a la Iglesia de apropiarse de algunos valores espirituales y de usar el sacramento de la confesión para las homilías dominicales. Uff, no lo hubiera hecho, ahora la Arquidiócesis de Xalapa no lo baja de ignorante.
Este poderoso frente, tenga por seguro que le generará muchos dolores de cabeza al primer mandatario, y todo por no saber controlar la lengua. No hay duda, este señor todo lo que toca, lo descompone. Ahí esta otra prueba más. Aun con todo eso, ¿todavía lo seguirá considerando el Cuic un funcionario eficiente?
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