Vale mencionar que antes de ese puesto ella era una de las administradoras de la Casa Veracruz, de la que, llegado el bienio de Yunes Linares, salió como las chachas, por la puerta de servicio. Por cierto, en esa hoja curricular se dice que la señora Vallines estuvo como directora de Gestión Institucional del programa Cumbre Tajín en 1999, pero el caso es que existen documentos en los que se advierte que en el 2004 ella todavía estaba encargada de los recursos materiales de este evento.
Dos documentos encontrados muestran que ella misma daba el visto bueno para las empresas que confeccionaban los uniformes y las empresas del transporte, lo que significa muchos porcentajes, muchos moches para quien dé el visto bueno, y esa era Ana María Vallines. Por ello anotamos en una primera nota, no extraña que atrás de la delegada de Sedesol, Anilú Íngram, estuviera su madre, como en el caso de las estancias infantiles.