Un ejemplo claro de lo que sucede en el estado de Veracruz es Coatzacoalcos, el puerto en el que el crimen organizado se ha ensañado con más fuerza. El día de hoy se descubrió el cuerpo de una empresaria que anteriormente fue secuestrada. La asesinaron porque la familia no pudo pagar el rescate. Pero que ni se le ocurra a la familia y amigos de esta empresaria pedir justicia, exigir seguridad, porque capaz que va el secretario de Seguridad y les pone sus coscorrones.
La misma advertencia va para los ciudadanos de Coatzacoalcos que exigen la renuncia del inútil alcalde de Coatzacoalcos, Víctor Carranza, quien lo único que hace es pagar a medios afines para que maquillen la realidad. Pero los ciudadanos, muchos empresarios entre éstos, están muy enojados porque Víctor Carranza sigue sin mover un dedo para brindar garantías de seguridad.
Para colmo, la esposa del alcalde de Coatza, con esa insensibilidad que tiene una mujer que está siempre custodiada por escoltas, llamó “mal educados” a los familiares de la empresaria asesinada, sólo por exigir justicia y seguridad. Por supuesto, que ni se les ocurra exigir seguridad al secretario de Seguridad, el empistolado Hugo Gutiérrez Maldonado, quien ya declaró: «¿Por qué los veracruzanos vienen ahora a reclamar seguridad, cuando nunca la han tenido?».
¿A quién entonces exigir garantías de seguridad? ¿Acaso los ciudadanos tendrán que tomar las armas y crear sus propias autodefensas? ¿Eso es lo que quiere el gobernador, eso es lo que quiere el secretario de Seguridad?
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