El día de hoy nos enteramos de dos renuncias, la de don Ángel Álvaro Peña, quien había sido nombrado como representante de Comunicación Social Nacional, Internacional e Intergaláctica del gobierno de Veracruz. La verdad es que don Ángel, que es muy amigo de Joaquín López-Dóriga, le consiguió una entrevista al entonces gobernador electo con el “Teacher”. No tenemos conocimiento de que lo enlazara con otros periodistas o medios de esta u otra galaxia.
Una nota que circula en medios dice: «Llegó con todo su profesionalismo para dar cobertura a las tareas institucionales del Gobierno de Veracruz, pero inexplicablemente, no recibió un trato respetable ni menos el indispensable respaldo ya no de amigo, sino de colaborador, por parte del gobernador del Estado para operar eficazmente con la delicada responsabilidad que equívocamente aceptó». En pocas palabras, no le han de haber dado ni lo de su sueldo; tiene razón para renunciar y para hacer púbica la ingratitud que ya caracteriza al Cuic.
Otra que le renunció, pero a la que no le aceptó la renuncia, fue Leslie Mónica Garibo Puga, Contralora del estado. De acuerdo con nota de Crónica de Xalapa, la contralora «fue incapaz de encontrar irregularidades contra exfuncionarios de Yunes Linares, motivo por el cual le habría presentado su renuncia al Ejecutivo Estatal». Este medio se enteró porque de manera descuidada la conversación del WhatsApp de la Contralora llegó a un grupo de WhatsApp de Morena. Lo que son las cosas, quienes deberían renunciar (Patrocinio por ejemplo) no renuncian, sino que el gobernador los acoge en el seno de su estulticia.
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