Pero donde la cosa se agrava es cuando Cuitláhuac García afirma que Éric Cisneros está haciendo un buen trabajo. ¡A ver, a ver! ¿Ya se le olvido al desmemoriado gobernador que Patrocinio lo empinó en Chinameca? Gracias a su secretario de Gobierno le mentaron la madre, lo llamaron pendejo, lo obligaron a comprometerse con cancelar el relleno sanitario de los compadres de Rocío Nahle.
Éric Patrocinio también es responsable de que la operación del juicio político en contra de Jorge Winckler se haya venido abajo. Pero no sólo eso, son muchos los funcionarios del gabinete que se quejan de las formas groseras y prepotentes del “porro de Palacio”, un sujeto sobrado que se siente como tocado por Dios. ¿Eso es un buen trabajo? Repetimos lo que decía nuestro amigo Ramón Durón, el Filósofo de Güemes: «En esta vida hay dos clases de pendejos, a los que uno puede hacer pendejo y los que solitos se hacen pendejos».