»En esa ocasión, airadamente y con valor, los maestros, le reclamaron su falta de compromiso, sin embargo, los maestros del MMPV, se toparon con un Zenyazen Escobar, muy cambiado, se mostraba un hombre soberbio y altanero secundado por sus corifeos que hacían trabajo de guardaespaldas para proteger a su amo y señor; por cierto, se habla de ocho miembros que desempeñan su trabajo de guaruras. Ejemplo; ahí estaba el Tiburón, un personaje alto, stripper especialista en mover el bote.
»Por el otro lado, el inseparable Adrián Mota Montoya, mejor conocido en el mundo de las autopartes robadas como El Jarocho; el mismo que tuvo que salir de pelada de Las Choapas, por problemas con grupos de dudosa reputación, y que, por cierto, colocó a sus dos tías, como “halcones informantes”, en la delegación de Coatzacoalcos, para traer a raya al personal de ese centro laboral. En una de las reuniones que tuvieron los maestros se decían entre sí: “¿cómo se le ocurrió poner a un delincuente como El Jarocho?».