¡Bravo!, ¡Hurra!, seguramente los maestros brincarán de gusto al saber que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) participó en la primera audiencia pública organizada por la Cámara de Diputados, para el análisis, discusión y elaboración del proyecto de dictamen que reformará los artículos 3, 31 y 73 de la Constitución Mexicana, con el objetivo de que se escuche la voz de los maestros y queden a salvo sus derechos laborales. Al menos eso dice el comunicado número 11 que subió a las redes el sindicato magisterial.
Lo cierto es que el SNTE mandó a la maestra Silvia Luna Rodríguez y al maestro Gustavo Michua y Michua en representación del secretario interino, Alfonso Cepeda Salas. En esta reunión, los aludidos sólo fueron invitados de piedra, sólo fueron a pararse el cuello y decir que estaban de acuerdo con los objetivos y contenidos de la Iniciativa de reforma enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y que sus propuestas surgieron de una bien planeada consulta nacional.
¡Hágame usted el favor!, si todo mundo sabe que la mayoría de los maestros mandaron por un tubo esa propuesta. Lo curioso fue que la audiencia estuvo moderada por la presidenta de la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados, la legisladora Adela Piña Bernal, una acérrima luchadora contra la Reforma Educativa y a favor de la democratización del SNTE. Esta maestra es integrante de la Sección 9 Democrática de la CNTE en la Ciudad de México. Así que ahora la batuta la lleva la CNTE y el SNTE sólo estará como el chinito, nada más mirando.
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