Los hombres que llegan al poder no están obligados a ser unos grandes literatos, no están obligados a conocer a todos los autores de la literatura universal, pero la decencia sí los obliga a ser honestos y si algún autor les es desconocido, mejor ni mencionarlo. Enrique Peña Nieto fue juzgado por ello, cuando en la Feria del Libro de Guadalajara le preguntaron por tres libros que marcaron su vida y no pudo mencionar más que la Biblia, a la cual llamó una novela.
Fox le cambió el nombre al escritor argentino Jorge Luis Borges y le puso «José Luis Borgues». Su esposa, Martha Sahagún quiso citar al poeta bengalí Rabindranath Tagore, pero lo confundió con una mujer y lo llamó «Rabina la Gran Tagora». En esta ocasión le tocó a Beatriz Gutiérrez Müller quien, en una entrevista, tratando de fomentar la lectura, quiso mencionar al afamado poeta mexicano y en lugar de llamarlo Amado Nervo, lo llamó «Mamado Nervo».
Por supuesto, las redes sociales no se lo perdonaron y la hicieron tendencia, acompañada de memes donde se veía el cuerpo de un fisiculturista con el rostro del autor del poema “En paz”. La ignorancia no se mide por las cosas que no conocemos, por la cantidad de cosas que ignoramos, la ignorancia se mide por las cosas de las que sin saber hablamos.
Mamado Nervo es lo mejor que le ha pasado a la poesía mexicana desde, pues, Amado Nervo … pic.twitter.com/6SqIZB37fE
— Luis E. Díaz-Trujillo P. (@eledetepe) 5 de febrero de 2019
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