Esta iniciativa es de buena fe, es noble y se debe aplaudir. Las calles de la ciudad han dejado de ser seguras y es bueno que se forje un ambiente de solidaridad y concordia entre la población. En el momento que los delincuentes y acosadores vean que en las calles hay una sociedad proactiva, dispuesta a defender a una mujer en peligro, en ese momento van a pensar dos o tres veces si actúan o no.
Por supuesto, la primera acción es brindar refugio a una mujer que se sienta acosada, perseguida, y en segundo lugar es importante ponerse en contacto con las autoridades para que ellos mismo le brinden a la mujer el auxilio que requiere. En ese sentido el gobierno sí debería apoyar y no sólo montarse a una iniciativa que no le pertenece.