Armando Ortiz / El periodista Luis Ramírez Baqueiro dice bien, la iniciativa de algunos comercios de Xalapa para ayudar a que las mujeres lleguen seguras a su casa “es una iniciativa ciudadana. El estado debe garantizar la seguridad de la población esa es su función, no sumarse a ella”. Y es que el Instituto Veracruzano de la Cultura, IVEC, le pareció bien sumarse a la campaña #TeAyudamosALlegarACasaSegura, y con los sellos del gobierno del estado ofrece los recintos del IVEC como refugio. Nadie niega que la intención es buena, pero una de las razones por las que las mujeres veracruzanas no se sienten seguras es porque el gobierno, al que el IVEC pertenece, no ha creado condiciones de seguridad para las mujeres. Esta iniciativa es de buena fe, es noble y se debe aplaudir. Las calles de la ciudad han dejado de ser seguras y es bueno que se forje un ambiente de solidaridad y concordia entre la población. En el momento que los delincuentes y acosadores vean que en las calles hay una sociedad proactiva, dispuesta a defender a una mujer en peligro, en ese momento van a pensar dos o tres veces si actúan o no. Por supuesto, la primera acción es brindar refugio a una mujer que se sienta acosada, perseguida, y en segundo lugar es importante ponerse en contacto con las autoridades para que ellos mismo le brinden a la mujer el auxilio que requiere. En ese sentido el gobierno sí debería apoyar y no sólo montarse a una iniciativa que no le pertenece.
Renuncia de Hipólito Rodríguez, urge, nunca pudo con el paquete
El clamor crece cada día más, “Hipólito Rodríguez, debe renunciar”. Y no porque lo diga el PRD, no porque Cuitláhuac García le haya dado la espalda (para llevarnos la contraria el Cuic al rato le da el espaldarazo), sino porque la ciudadanía ya está harta de sus desatinos, de sus reculadas, de sus malas decisiones, de sus acusaciones que sólo salpican, pero con las que no consigue nada. De hecho, a leguas se ve que Hipólito Rodriguez ya no quiere gobernar. Se hartó el académico, el investigador del Ciesas Golfo, no esperaba que ser alcalde significaría tener que tomar muchas decisiones, tener que lidiar con la ineficiencia de algunos empleados, con organizaciones sociales, legítimas e ilegítimas. Hipólito extraña checar tarjeta, firmar asistencia, sentarse en su escritorio a leer y olvidarse del mundo; cobrar en quincena y esperar su año sabático. Ser alcalde es una responsabilidad con la que Hipólito Rodríguez ya no puede lidiar. Sus decisiones ya no salen de su talento, sino de su desidia; sus palabras ya no salen de su mente, sino de su estómago. Es por ello que el alcalde de Xalapa debe renunciar, aunque eso provoque un cisma, aunque tengamos que lidiar con un nuevo alcalde que difícilmente podría ser peor que éste.
Le dolió a Felipe Calderón que AMLO lo llamara corrupto, si le hubiera dicho borracho nada hubiera pasado
A millones de mexicanos les quedó constancia que Felipe Calderón fue un presidente corrupto. Corrupto desde su llegada a la presidencia, vaya desde el eslogan de su campaña “haiga sido como haiga sido”, frase que denota la ausencia de escrúpulos. Pero hacía falta que el presidente Andrés Manuel López Obrador llamara indirectamente “corrupto” y “coyote”. AMLO se refirió a un expresidente que le dio muchos contratos a una empresa de electricidad, y que cuando éste dejó la presidencia la empresa lo hizo consejero administrativo. “¿Cómo se llama a esto? Conflicto de intereses, coyotaje, corrupción”, espetó AMLO. De inmediato Calderón negó ser corrupto y retó al presidente a un debate privado o público. Por supuesto López Obrador no le va a dar gusto a Calderón, y menos a Fox quien argüendero como es, ya se sumó a la propuesta. El mismo Fox tiene cuentas pendientes. Él, su esposa y entenados hicieron muchos negocios con las filiales de PEMEX, de hecho, Oceanografía, la empresa de los hijos de Martha Sahagún sigue en la tablita. Lo más prudente para Fox sería cerrar la bocota. Pero afortunadamente, bocón como es, Fox seguirá chachalaqueando.
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