A más de dos años de que dejara de ser gobernador del estado de Chihuahua, el PRI ha informado que ha decidido expulsar de sus filas César Duarte Jáquez. Cabe mencionar que hasta el momento el mandatario sigue sumando denuncias en su contra, y cuenta con más de 20 órdenes de aprehensión por delitos cometidos en contra de las finanzas de aquella entidad. Lo que sorprende no es que el tricolor haya decidido quitarle su militancia, sino que haya tardado tanto en hacerlo.
Muchos se preguntan ¿de qué sirve que lo hagan a estas alturas?, a nadie le beneficia esto. Quizá el PRI lo hace para lavarse un poco la cara, y argumentar que están en contra de los corruptos, pero nadie les va a creer. Si de verdad quieren posicionarse como los paladines de la justicia y la honradez, deben de empezar a hacer una limpia en serio y sacar y exponer a muchos que por años se han dedicado a llevar agua a su propio molino, a costa de todos los mexicanos.
Hoy César Duarte continúa prófugo de la justicia, nadie sabe a ciencia cierta en dónde se encuentra, pero algunos dicen que radica en Texas, Estados Unidos. Esté donde esté, estamos seguros que a este ex gobernador poco o nada debe importarle que lo hayan expulsado del partido que lo llevó a encabezar por seis años el gobierno estatal de Chihuahua, es más, debe estar carcajeándose luego de enterarse de la noticia. Nosotros repetimos, ¿de qué sirve que lo hayan expulsado a estas alturas?
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