Las jovencitas siguen desapareciendo en distintos puntos del país y la respuesta de las autoridades es lenta para atender cada uno de los casos, pues casi a ninguna de ellas han localizado. Imagine que su hija de 15 años se encuentra con algunos de sus compañeros de escuela y, de repente, un grupo armado la secuestra junto a otros cuatro estudiantes, pasan cuatro o cinco días y ninguna instancia informa sobre el paradero de ella, pues algo similar le sucedió a Ana Azucena L., estudiante de 15 años levantada en la población de Ojo de Agua, Tuxtepec, en el estado de Oaxaca.
La familia agoniza por no saber nada sobre el paradero de la menor; sin embargo, fuentes de la Vicefiscalía Regional de la Cuenca, revelan que un cuerpo calcinado fue hallado en las inmediaciones del municipio, y podría corresponder al de la joven, debido a su estatura y calcetas escolares.
Y es que las instituciones de procuración de justicia se han mostrado omisas, pues no han proporcionado ningún otro indicio a la familia sobre dónde se podría encontrar la menor. Cabe destacar que en Veracruz ocurre la misma situación, desaparecen jovencitas y después de un tiempo sus cuerpos son encontrados con indicios de violencia y abuso sexual. No obstante, en muchos casos, sus familias siguen buscando. un integrante más de su familia.
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