La instalación de una planta solubilizadora de café en el puerto de Veracruz de la empresa Nestle, es vista por los productores locales del aromático como una verdadera bomba de tiempo. Se recordará que en diciembre pasado, acompañados por directivos de Nestlé, López Obrador y Cuitláhuac García Jiménez anunciaron la instalación de una planta solubilizadora de café en el puerto de Veracruz, lo que implicará una inversión de 150 millones de dólares; tendrá capacidad para procesar, en una primera etapa, hasta 20 mil toneladas anuales de café tipo robusta, y se prometió crear hasta 10 mil empleos.
Sin embargo, los productores de café no están muy de acuerdo con estos beneficios, ya que se desplazará el café arábiga y se dará prioridad al café robusta, el mismo que utiliza la empresa Nestlé. Y es que las autoridades dicen que se quieren sembrar hasta 80 mil hectáreas de robusta en Veracruz, lo que significa una producción de cuatro millones de quintales.
Y es que las preocupaciones de los productores locales de café, no son gratuitas. Ya que pese a que las autoridades dicen que el incremento de la producción de café robusta no afecta a los productores de arábiga, ellos piensan que sí los va afectar, porque cuando los mercados se inunden de café de mala calidad y bajos precios, eso repercutirá en el precio del grano de buena calidad. Ya se verá en qué termina esta historia. Por lo pronto, el presidente viene con la intención de aplacar esta inconformidad campesina.
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