Se ha muerto mi mascota

Se ha muerto mi mascota FOTO: ÉDGAR LANDA
- en Opinión

Édgar Landa Hernández / El pequeño llegó del paseo y rápidamente se dirigió hacia el lugar donde siempre lo esperaba “lobo” su mascota. Un gran can de clase y que ya desde hacía unos años formaba parte de la familia.

Con una voz aquejumbrada el pequeño gritaba a su mascota como lo hacía a diario cuando jugaba con él. El perro jamás escuchó.

El chico asombrado por aquella situación se dio a la tarea de investigar en dónde estaba lobo. Con pasos temerosos aquel niño se enfilaba hacia una cruda realidad. Su perro, su mascota había sido envenenada y había perdido la vida.

Dentro de un cobertizo, aquel ejemplar de fina estampa yacía sin vida con una gran cantidad de espuma que sobresalía de su hocico, ¡ya nada se podía hacer!, “lobo” estaba muerto. Inmediatamente el pequeño fue presa del llanto llamando la atención de sus padres que rápidamente hicieron acto de presencia donde se desarrollaba la trágica escena.

La madre abrazaba al desconsolado chico, no así el padre que inmediatamente hacia una llamada y se ponía de acuerdo con alguien, el problema se había resuelto según él, había adquirido una nueva mascota para su hijo.

 Fin…

Para la mayoría de los pequeños, las mascotas son más que simplemente animales que le pertenecen a su familia: son integrantes de la familia y sus mejores amigos.

desgraciadamente, la alegría de tener una mascota va acompañada del dolor por su pérdida. Ya sea por un accidente o por vejez.

Es una situación muy difícil. las mascotas suelen ser las primeras en saludar a los niños por la mañana y después de la escuela. Yo lo vivo a diario con nuestras mascotas cuando recién me levanto, ellos llegan a mi encuentro y con sus colitas nos dan los buenos días. Tratar de pasar desapercibida una situación como esta y reemplazar inmediatamente a la mascota es algo que no es sano. El proceso del duelo de la mascota ayudará a comprender y sobre todo enfrentar situaciones cuando sea la perdida de algún ser querido.

El sustituir a una mascota inmediatamente por otra es no dejar que nuestros hijos aprendan y que ellos lo vean de una manera diferente, a que en esta vida todo es reemplazable.

Hablar con nuestros hijos a través de la verdad de la vida los hará ser personas con sentimientos y se enfocarán más a valorar la compañía no únicamente de las mascotas, sino de las personas. Hablarles con mentiras solo reditúa una mala información y el día que ellos sepan la verdad se molestarán con los padres.

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