Los que conocen en persona a la maestra Elba Esther Gordillo Morales, saben que es una mujer que impone. Ha sido una pieza muy importante en la maquinaria del sistema político mexicano. Su historia está llena de matices y de poder, mucho poder político. Sus decisiones han beneficiado a cientos de personajes que han ocupado un puesto en los diferentes niveles del servicio público. De ella, sus detractores han llenado planas enteras, sin embargo, nadie le discute su liderazgo nato; es muy hábil para negociar y conoce perfectamente los tiempos y sazones del aparato político mexicano.
Cuando estuvo al frente del SNTE, un año antes de su cuestionada aprehensión, consiguió un 4.25 por ciento de aumento directo al sueldo. Juan Díaz de la Torre y Alfonso Cepeda sólo pudieron conseguir el 3.9 por ciento. En esta negociación, las cifras quedaron por debajo del incremento salarial de 2012, en el que logró 4.25 por ciento de aumento directo al sueldo; y también quedó lejos del tope alcanzado en 2011, cuando la maestra Gordillo negoció que les subieran el sueldo 4.75 por ciento.
En los hechos, los maestros ganaban más cuando estaban bajo el liderazgo de la maestra; es cierto que sus detractores podrán acusarla de todo, pero su experiencia y liderazgo son contundentes. Así que está difícil que Alfonso Cepeda Salas, secretario general interino del SNTE, pueda superar a la maestra Gordillo.
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