Esto según palabras de Waltraud Martínez Olvera, titular de la oficina de gobierno. Lo cierto es que hasta el momento el aeroplano llamado Veracruz, que conduce Cuitláhuac García, no tiene ruta de vuelo, ni mucho menos un destino definido y, lo peor, su copiloto, Éric Patrocinio Cisneros Burgos, tampoco sabe pilotear. En el centro del país ya hay focos de alerta, nada, absolutamente nada, les sale bien a este dúo.
La crispación social en Chinameca, por querer meter a huevo un relleno sanitario, sin consultar a la población, es una radiografía que se puede repetir en los 212 municipios. Otro frente que se les ha complicado es el relacionado con la Nestlé, donde los campesinos de la región se sienten desplazados, este asunto les ha venido grande a Cuitláhuac y a Patrocinio, tanto así que el número uno ya se comprometió a venir al estado a explicar y resolver las inconformidades de los cafetaleros. Ni hablar, no cabe duda que no es lo mismo bailar salsa que gobernar.