Los actos racistas continúan perjudicando a las nuevas generaciones. Y es que una maestra separó a sus alumnos con base en su color de piel para que posaran en una fotografía del primer día de clases. La maestra envió al grupo de padres en WhatsApp para comentarles lo bien adaptados que estaban desde el inicio del curso; sin embargo, ésta generó protestas y que fuera suspendida la profesora en la escuela primaria de Schweizer-Reneke, en el noreste de Sudáfrica.
La mujer hizo una distinción racial en dicho salón de clases: colocó a los niños blancos al frente y, hasta atrás, donde apenas alcanzaban a verse, a los menores de piel morena. Para muchos este acto resulta indignante, pues hizo recordar, lo tiempos en que los negros en Sudáfrica eran discriminados y separados del resto.
Por tal motivo, las autoridades condenaron rotundamente el suceso e iniciaron la investigación correspondiente. De acuerdo con BBC NEWS, la escuela justificó que los alumnos habían sido separados de acuerdo con los que podían entender el afrikáans y el inglés; sin embargo, las diferencias lingüísticas se han utilizado históricamente para excluir a los estudiantes negros en lugares donde el racismo ha estado arraigado. Y es que pareciera que dichas violaciones a los derechos humanos están destinadas a permanecer en la sociedad. En este caso bien aplica la frase: “quién olvida su historia está condenado a repetirla”.
Comentarios