Y es que un partido con la imagen del propio presidente, seguramente hasta un analista de bachillerato comprenderá, que sin la autorización del propio AMLO, esa imagen no estaría en la propaganda de la nueva fuerza política. En otras palabras, para el presidente, amor con amor se paga y el eficaz trabajo que realizaron las Redes Sociales Progresistas para cuidar las urnas el pasado primero de julio comandadas a control remoto por una operadora experimentada, finalmente tendrá su recompensa.
Así que si Alfonso Salas Cepeda, líder del SNTE, no quiere entender o no sabe leer los acontecimientos políticos, sería bueno que alguien le diga al oído que ya vaya preparando sus maletas.