Quienes han sobrevivido a este incidente han manifestado que no eran huachicoleros, es decir, que no estaban dedicados al robo de combustible. Han dejado claro que eran personas de trabajo que querían abastecerse de gasolina para hacer frente al desabasto que desde hace varios días se vive en algunas regiones de aquella entidad. Hasta el momento la cifra de muertos supera los 60, pero se estima que esta podría aumentar conforme las labores de reconocimiento de la zona continúen.
En las imágenes que circulan tanto en redes sociales como en medios de comunicación podemos ver como familias enteras se dieron cita para llevarse un poco del combustible que se estaba derramando. Todos llegaban con bidones, cubetas, botellas y demás recipientes para llenarlos con el líquido. Querían un poco de gasolina y a cambio encontraron a muerte. Una verdadera desgracia.