Brenda Caballero / A la mayoría de las personas que conozco no les gusta hablar de impuestos, mucho menos pagarlos. Tampoco les gusta leer de ellos. Sin embargo, esta vez escribiré de ello, abonando un poco a nuestra cultura fiscal.
En México, todos estamos obligados a pagar impuestos, así nos lo mandata nuestra Constitución Mexicana, como una obligación a contribuir al gasto público federal, estatal y municipal. Claro, de manera proporcional y equitativa.
Antaño, recuerdo comentarios de veracruzanos que no querían pagar el derecho vehicular estatal porque decían que “todo se lo robaba Javier Duarte y ni obra había”. Y de los impuestos federales ¡qué decir! A pesar de que el SAT rebasó la meta en recaudación, simplemente esto no se notó. Al contrario, lo que más abundó en el sexenio de Peña Nieto fueron las empresas fantasma que simulaban operaciones, generando saldos a favor, ¡y hasta los pedían en devolución! Todo un esquema de evasión fiscal enorme que funcionó para mover dinero hasta para campañas políticas.
Estas empresas fueron las culpables de que se eliminara lo que se llama “compensación universal” y que afectara a los contribuyentes cumplidos. Por ejemplo, si se tenía un saldo a favor de IVA, se podía pagar con ese saldo el impuesto a cargo de ISR, o cualquier otro impuesto.
Para 2019, las cosas cambian. La propuesta incluida en el Paquete Económico 2019 fue eliminar la Compesación Universal y que solamente se compensara el saldo a favor con un impuesto propio, es decir: IVA con IVA e ISR con ISR, sin incluir retenciones por arrendamiento, salarios u honorarios, todo con tal de evitar la evasión fiscal, la que por cierto, el Presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que será un delito grave.
Llama mi atención el llamado que hace el senador Ricardo Ahued Bardahuil a todos los empresarios del país a que alcen la voz en contra de la eliminación de compensación universal de saldos a favor, la cual entró en vigor el primero de julio de 2004, contemplada en el artículo 23 del Código Fiscal de la Federación.
Don Ricardo trata de mantenerla para que los contribuyentes de todos los sectores no se vean afectados, pues asegura que le pegará a todas las actividades económicas, principalmente a los sectores agrícolas.
Cabe resaltar que los empresarios que se verán más afectados son los que tienen operaciones de venta con IVA a tasa 0%, como las farmacéuticas, maquiladoras, automotrices, alimentos no envasados para su consumo, las que venden insumos para el campo, de insumos para la construcción de casas habitación y ¡hasta la industria editorial!
Y es verdad, aunque muchos empresarios le dejan todo a sus contadores “pues ellos son los que saben de eso”, bien deberían de meterse un poquito más al asunto, pues al fin y al cabo el que desembolsará el dinero para el pago de impuestos, pues no es nadie más que el propio empresario.
Es así como le afecta, en el desembolso mensual, ya que con la compensación universal si tenía un saldo a favor, pues lo compensaba contra el impuesto que le daba a pagar en el mes siguiente, y así no afectaba a su liquidez ni a su capital. El panorama puede empeorar con el tiempo, pues impactaría en las inversiones y a su vez en fuentes de empleo, ocasionando hasta una desaceleración económica.
Ahora bien, el SAT sí les devolverá el saldo a favor de IVA o ISR, sin embargo, pueden pasar varios meses, incluso hasta la autoridad puede revisar el saldo a favor que devolverá, no vaya ser que por allí se hayan metido deducciones que no son tan indispensables como el empresario pensaba.
Ya estamos a mediados de enero y el senador Ahued sigue su lucha para reformar el artículo 25 fracción VI incisos a) y b) de la Ley de Ingresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2019, que reforma el primer párrafo del artículo 23 del Código Fiscal de la Federación que se refiere a la Compensación Universal. ¿Podrá Ahued contra la denominada Ley Gandalla? Si es así, ya tiene a todos los empresarios en la bolsa.
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