Pero son sus actitudes y sus berrinches lo que muestra su verdadero sentir frente a las mujeres. Al no acudir a la inauguración del Centro Integral de Justicia para la Mujer, sólo porque es una obra que la Fiscalía del Estado levantó, no está desdeñando a Jorge Winckler, sino a las mujeres de Veracruz. El centro será un refugio de atención para las mujeres que son amenazadas o que sufren ataques en contra de su integridad física o psicológica; un refugio jurídico que las auxilie cuando se sientan en peligro.
Pero para Cuitláhuac García ese centro es un edificio que su administración no hizo y por lo tanto no cuenta. Eso es misoginia política, eso sólo se espera de un funcionario inmaduro que gobierna con sus intestinos y no con el cerebro. Por cierto, ¿cuándo va a conectar el cerebro con la realidad el novel gobernador?