Los vecinos de la calle Zamora se quejan porque el asfaltado que pusieron ya se está levantando, y porque lo arrojaron a diestra y siniestra tapando las tarjeas y hasta las tapas eléctricas. Ya esperaban los vecinos al gobernador y al alcalde, pero alguien los detectó y se fue rápido con el chisme. El gobernador entró en pánico, pues lo sucedido en Chinameca le causó una psicosis que lo tiene tomando tes amargos todas las noches para que se le baje el susto.
Fue por ello que, para no exponer al gobernador a otro “chinamecazo”, decidieron cancelar el evento pedorro. A los vecinos los tranquilizaron con la promesa de que en los siguientes días dialogarían con alguna autoridad del ayuntamiento para escuchar sus quejas.
