La historia dice que la unidad fue un regalo hecho por el gobierno estadounidense al mexicano a mediados de la década de los 70. Desde entonces, y hasta 1994, los mandatarios en turno lo utilizaban como un medio de transporte que utilizaban luego de rendir protesta como presidentes, y después de rendir sus informes anuales. La unidad destechada servía para que ellos fueran de pie y pudieran saludar a los mexicanos que se daban cita para aplaudir sus logros. Zedillo fue el último que lo utilizó, y desde entonces no se sabe a dónde fue a parar, pues ni siquiera hay registros de automóvil.
Ahora, la nueva administración de Los Pinos ha echado a andar una investigación para dar con el paradero de esta unidad histórica, y se tendrá que determinar en cuál de los mandatos presidenciales se perdió o, mejor dicho, se la robaron. Aunado a esto, recordemos que también se está rastreando una colección de cubiertos que datan de la época de Porfirio Diaz, así como muebles muy antiguos. Las auditorias apenas empezaron, no dude que en los días que están por venir nos enteremos de nuevos faltantes, y ojalá que las autoridades puedan recuperar esos bienes que son propiedad de todos los mexicanos