Bien pudo ser la información de ciertos vecinos inconformes con la obra que podían haberse manifestado en el evento; aunque también pudo haber sido que alguien sensato les dijo que ya basta de exhibir al gobernador en la inauguración de obras “pedorras”, sacando fotos ridículas en donde se ve a más de diez inútiles cortando un listón por el mantenimiento de una calle. Lo de los vecinos pudo ser, pues ya ve usted la crisis de Chinameca que el gobernador no pudo controlar.
Capaz que en esta ocasión los vecinos obligan al gobernador a cambiar el sentido de la calle o de plano clausurarla para hacerla un paseo; con eso de que es fácil de convencer. Llama la atención que esa “Inauguración de la rehabilitación de la calle Santos Degollado” era el único evento programado para el góber, y no se sabe de qué se haya cancelado por algo más importante. Como ven, «el miedo no anda en burro».