La imagen hace recodar una imagen que captó en 2017 el fotógrafo considerado como el mejor de fotografía de naturaleza en el mundo, Paul Nicklen, donde se observa al oso en severo estado de desnutrición, con un pelaje amarillento por la carencia de nutrientes y arrastrándose en lo que posiblemente fueron sus últimos minutos de vida. Esta foto y una secuencia de los daños al hábitat de los osos polares fueron publicados en National Geographic en diciembre del 2017.
La falta de cuidado al medio ambiente por parte de la humanidad ha ocasionado que otro oso se haya visto obligado a acercarse a un sumergible de clase delta IV, mismo que patrullaba al norte de las islas de Noruega. Y es que el hambriento animal emergió de las heladas aguas para sacar bolsas de basura, en busca de comida