El conciliador le dicen, el diplomático, el dialogador, el caso es que Éric Patrocinio Cisneros Burgos, muy a su manera de porro, ya no busca a quien se la hizo, sino a quien se la pague. Éric Cisneros, ahora la sabemos, es un generador de conflictos. Su falta de oficio o su carácter conflictivo puso al gobernador en una situación donde fue sobajado, pendejeado, humillado. Pero él paga para decir que está muy firme, y debe serlo, porque Cuitláhuac García, el gobernador sobajado, le permite seguir creando conflictos. Ahora va con las autoridades del puerto de Veracruz, porque el señor ya no busca quien se la hizo, sino quien se la pague.
Fue por ello que mandó poner un módulo itinerante del Registro Civil. Pero se puso como vendedor ambulante, sin pedir permiso, robándose la energía eléctrica y donde se le pegó la gana. Por supuesto que el ayuntamiento de Veracruz intervino, porque todo lleva un orden. No se trata de impedir que el Gobierno del Estado ponga un módulo del Registro Civil, se trata de que las cosas se hagan con orden.
El Gobierno del Estado, por sentirse más poderoso, no puede pasar por encima de la Ley Orgánica de los municipios. En todo caso el Estado se violenta y lo que se crea es un gobierno feudal, donde el señor gobernador pediría tributo a sus súbditos sin esperar reclamos. Así quiere gobernar Cisneros Burgos, como señor feudal, por eso ordena a los que se dejen mangonear para que hagan sus protestas ficticias; al rato va a pedir a sus lacayos del Congreso una #LeyAntiFernandoYunes. Pero Veracruz es un estado, no el feudo de un “caballero de Otatitlán”.
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