La Cuarta Transformación ya está creando sus propios íconos. Andrés Manuel López Obrador tiene los suyos: Juárez, Zapata, Madero, Cárdenas. Otras están forjando los suyos. Por ejemplo, el coordinador de programas federales en Campeche quien participó en la presentación del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, puso a quien le parece es un ejemplo de éxito, un ejemplo que los jóvenes mexicanos deben seguir porque se trata de un hombre que aunque tenía sólo la educación primaria, tuvo una oportunidad y la aprovechó:
«Yo leí hace un par de años la historia, que no les va a gustar a muchos porque de repente hago este ejemplo del Chapo Guzmán. ¿Cómo es posible que un hombre que apenas llegó a tercero de primaria logró ser un hombre pionero en el tema del narcotráfico y de las drogas? Tuvo una oportunidad que le cambió la vida y la tenacidad de este hombre lo llevó a estar donde está».
Al rato en los billetes de mil pesos este tipo de funcionarios va a querer que se ponga la imagen de Joaquín Guzmán Loera alias el Chapo, ejemplo de tenacidad y superación. Pero la culpa no la tiene Carlos Ucán, originario de Pomuch, Campeche, sino de las personas que lo pusieron en esa responsabilidad, de las personas que lo dejan abrir la boca para soltar semejantes pendejadas.
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