Las pipas de Pemex, según información reciente, son controladas por el sindicato. Es decir, Romero Deschamps y su sindicato están bien adentro de la operación del robo de combustible. La lógica y el sentido común señalan que el líder petrolero es una de las cabezas grandes de la operación y que la vida de lujos y derroche que se dan sus hijos en países exóticos era gracias al dinero del robo de combustible.
Pero López Obrador dice que no hay denuncia en contra de Romero Deschamps, pero Romero Deschamps, que sabe cuál es su pecado, por si las moscas, ya consiguió un amparo para no ser detenido. Ya ven lo que dice el dicho: «El que nada debe, nada teme».