Pues mientras César del Ángel corrompía a jovencitas, mientras explotaba a mujeres, nunca se escuchó un solo reclamo por parte de Martha Mendoza Parissi. Pero ahora que está de moda embestir al fiscal Jorge Winckler, y vaya usted a saber a qué precio, Mendoza Parissi toma lodo con sus manicueradas manos y la arroja como otros lo están haciendo: «Y también la Fiscalía tiene responsabilidad, pero si no hay una respuesta a la violencia genera un clima de impunidad y me parece que es la impunidad lo que favorece a los feminicidios».
¿Qué autoridad moral tiene una activista que nunca hizo nada para defender a las jovencitas que César del Ángel explotaba? Una funcionaria vinculada a un gobernador depredador que lo mismo se llevaba a las hijas de quince años de sus funcionarios, que a las reinas del carnaval.