Es cierto que las comparaciones no son buenas, pero en ocasiones son necesarias, con Miguel Ángel Yunes Linares las manifestaciones que interrumpían las calles cesaron por completo. Los de Antorcha Campesina ni lo intentaron y los miembros de los 400 Pueblos, al ver que su envejecido líder se encontraba como huésped distinguido en el Resort de Pacho, ni siquiera asomaron las narices.
Pero hoy es diferente, el propio gobernador ha dicho que no usará la fuerza pública para desalojar las marchas y que mejor lo recrimine la sociedad, ¡fíjate que suave!, y para completar el cuadro, el mismo secretario de Gobierno señala que si una ley es injusta, pues ésta no debe obedecerse. Y desde luego, para estos manifestantes, es injusto lo que les pasa y por eso dañan a terceros que tiene la necesidad de pasar por esas avenidas, todo con la complacencia de las autoridades estatales y municipales.